Ayer alguien me dijo que debo luchar en contra de mis creencias limitantes desde la oscuridad que ellas me producen. Aunque no entendí su propuesta, decidí buscar dentro de mí para entender y tomar acción. “Las creencias limitantes son ideas, opiniones o pensamientos negativos que consideramos como ciertos, sin que necesariamente lo sean, y que condicionan nuestra vida”. Nuestro comportamiento está totalmente influenciado por estas ideas que son muy dañinas y nos impiden crecer y desarrollarnos. Estas nos impiden enfrentarnos a nuevos retos e interfieren en nuestra toma de decisiones.
Lo primero que hice fue buscar esas creencias que se albergan en mí mente, esas que adquirí desde la niñez y que de vez en cuando aparecen y toman control de mi existencia.
Las creencias limitantes son pensamientos que existen en mi inconsciente. Me limitan a dar pasos en la vida con seguridad, con confianza, con ilusión y con serenidad. Si pudiera definirlas, conocerlas y verlas claramente. Cómo me voy a quitar algo que no se lo que es?. Yo sé lo que quiero, y lo que quiero es una existencia abundante, con mucha luz y amor donde todo lo logro, donde no me comparo con los demás, donde mi amor propio no presente altibajos, donde hay paz porque puedo reconocer cuando ellas reaparecen sin dejarse turbar.
Todo crecimiento sucede fuera de la zona de confort. Busco crecer y dejar el dolor atrás. Yo valgo, debe suplantar la creencia limitante por una poderosamente positiva, y creermelo, por que esa es la realidad. Independientemente de cómo el mundo allá fuera me ve, yo debo convencerme de que YO VALGO. Si salgo a la calle pensando que no es así, convencida de lo contrario, eso es lo que otros van a ver . Yo recibo lo que transmito.El mundo real nos ofrece no lo que queremos sino lo que esperamos que suceda. Si esperas que las cosas no van a ir bien, eso es lo que va a suceder. En mi creencia, sucede todo lo contrario, no veo mi valor ni tampoco mi legado. Es muy fuerte. El dolor se aferra a mi fuertemente y aunque conozco y aplico muchas herramientas que he aprendido, no logro desprenderme.Difícil, pero no imposible. Las creencias seguirán habitando en mi mente, en mis manos está suavizar su efecto o no no involucrarme con ellas para evitar el dolor.
Continuo mi proceso!